Dejándose llevar por la curiosidad [Priv. Nero]

Un nuevo día en el café maid… Domingo, aquel día en el que todos estaban en casa o las familias solían dar paseos al aire libre para estar más unidos, en el caso de Aiko, con su antigua familia, los días domingos eran aburridísimos, todos en el salón desde después de almuerzo hasta la hora de la cena, conversando de todo lo que habían hecho durante la semana, ella por su parte, solía saltarse de vez en cuando los almuerzos para evitar estar ahí encerrada escuchando sin mucho ánimo el recuento de la semana de cada uno de los integrantes de su familia. Pero ahora ya no era así, ahora solo trabajaba y el día domingo era un día muy relajador, entre un pequeño grupo de maids (Incluida ella) y sirvientes se turnaban cada domingo para salir a pasear, una parte de aquel grupo se quedaba atendiendo el café y la otra parte salían por donde les plazca cumpliendo eso sí un horario, para evitar que Vergil-sama los descubriera. Hoy, era el día de suerte de Aiko, le tocó salir a dar una vuelta, por lo que apenas supo fue a arreglarse, ya que tenía curiosidad por conocer cierto lugar… El cementerio.

Una vez estuvo lista, salió rápidamente de aquel café, observó hacia el interior por última vez y alzo levemente su diestra en señal de despedida para algunos que la observaron desde adentro, siendo esta despedida correspondida por ellos. Caminaba de forma tranquila hasta su destino, ya que estaba bastante segura de donde estaba el lugar por lo que no tendría que preocuparse por el cementerio desapareciera. De pequeña, siempre quiso ir a un cementerio, pero sus padres se lo prohibieron, incluso le negaron el ir a los funerales de uno de sus tíos, por lo que se podría decir que es bastante inexperta en el tema de cementerios. Una vez llegó, empujó con fuerza aquella puerta de fierro, debía de suponer que no mucha gente iba al lugar, ya que había bastante silencio en el lugar aún siendo de día, se detenía de vez en cuando, observando algunas fotos, lapidas de forma un poco curiosa, fechas y nombres de los difuntos… Nunca se había imaginado nada así, solo se había quedado con aquella imagen que suelen dar las películas de los cementerios, pero es totalmente distinto a ello.

Off: Vestimentas

Tétricó. Lúgubre. Oscuro. Deprimente.

Sí, eso era un cementerio, siempre era triste y mácabro, la cerca se veía oxidada, el lugar parecía desolado, simplemente era el lugar perfecto, para un muerto. Habia veces que me preguntaba si mi cuerpo terminaría aqui si aquellos intentos de muerte huieran resultado, y por otra parte, había veces que me decía que era totalmente rídiculo pensar en eso después de muchos años, el pasado es pasado, creo que ya no debería darle tantas vueltas ahora que tenía, podría llamarse: "Mejor condición de vida".

Aunque, si me entraba la curiosidad saber como era uno, comúnmente la puerta estaba cerrada, y siempre miraba al lugar cuando pasaba de momento por el lugar, y otra veces nisiquiera me daba el tiempo para intentar saltar la cerca. El sonido chirriante de la puerta oxidada captó mi atención, una chica de hebras rosadas había entrado al lugar, al parecer quien se encargaba del cementerio dejó la puerta abierta, perfecto. Espere unos momentos alejado del lugar, mirando como la chica entraba hasta perderse entre lás lápidas, ahora era mi turno de entrar, y como está dejo la puerta abierta, mucho mejor aún.

Entré sin mucho premura al cementerio, y era exactamente como podía imaginarmelo, un lugar tan solitario y llenos de lápidas, ¡Júm! No era tampoco la gran cosa.

-Y pensar que queria entrar en esta porquería -Susurre para mis adentros sonriendo con burla, bueno ya estaba aqui, lo mejor sería seguir moviendome dentro de ella.

Nada nuevo. Todo era tan viejo, sucio y aburrido, ¿Realmente querría entrar a este lugar? Ahora me sientó patético, en tener tanta curiosidad de entrar a esté lugar, ¡Por dios! Que simplemente patético. Llevé mis manos tras mi nuca, mientras seguia caminando entre las láidas, viendo que me llamaría la atención, hasta sentir, la mirada de alguien tras de mí, volteé a ver quien era, y estaba la misma chica de cabellos rosas mirandomé, estaba comenzando a preguntarme que hacia ella aquí, de seguro la mató la curiosidad tambien y se llevaría una gran decepción como yo.

Por un instante dudé en si acercarme a ella o nó, pero en vista que realmente no había nada más que hacer aqui, fui hasta donde ella estaba sentada, ahora que estaba frente a ella, la miré de arriba a abajo por unos momentos.

-Hola -Bueno sí, debía comenzar con algo- ¿Vienes aqui a menudo?

Off: Ush, perdona la tardanza, y lo chafa que haya quedado el post Uu